La mejor elección para nuestro bebé es utilizar unas sabanas de cuna de algodon 100 por 100, pero si comparamos dos juegos de distintos fabricantes podemos encontrar ciertas diferencias significativas en cuanto a su calidad y por lo tanto en su precio. A continuación vamos a explicar qué diferencias pueden haber entre distintas sabanas de cuna de algodon 100 por 100.

Ventajas del algodón

Primero vamos a recordar las ventajas que encontramos en unas sábanas de cuna de algodón en detrimento de otros materiales como el poliéster o el algodón mixto:

• Al ser un material natural y suave hace que sea hipoalergénico, es decir reduce al mínimo las posibilidades de tener reacciones o irritaciones en la piel.
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  Etiqueta para sabanas de cuna de algodon 100 por 100.

  Es transpirable, con lo que nuestro bebé se siente más fresco en ambientes cálidos.

• Fácilmente lavable, aunque se recomienda con agua fría o tibia para evitar que encoja la prenda o pierda color.

 

En cambio su mayor desventaja es que para su correcta conservación es mejor no utilizar secadora y planchar las sábanas con temperatura media. Por este motivo en todo el sector textil adquiere mucha importancia el poliéster, que al ser un componente sintético aumenta la rigidez de la prenda y se puede lavar y planchar casi de cualquier manera.

Pero cuando se trata de un bebé, no hay duda en la elección ya que debe predominar la suavidad y transpirabilidad para minimizar las alergias, irritaciones en la piel o incluso la muerte súbita en nuestro bebé. Así que siempre deberíamos usar sabanas de cuna de algodon 100 por 100.

Tipos de algodón

No todo el algodón es igual, según la guía del exportador del algodón hay unas 500 variedades en función de su calidad, variedad y origen geográfica, con lo que se puede dividir en 6 categorías: desde el extrafino o fino (que serían las mejores calidades) hasta el algodón de número bajo o de desecho.

 Nos podemos encontrar calidades distintas en sabanas de cuna de algodon por dos motivos:

• Según la longitud de fibra utilizada.

• Y el número de hilos utilizado en cada pulgada cuadrada de tela (6,45cm²). 

Cuanto más larga sea la longitud de fibra y mayor el número de hilos mejor, por ejemplo para la cama de matrimonio se puede encontrar publicidad donde especifican que las sábanas son de algodón de fibra extralarga y de 200 hilos.

Pero incluso podemos encontrar también diferencias de calidad importante en dos prendas que indiquen fibra extralarga y el mismo número de hilos. Esto se debe al tipo de cultivo del algodón.

Algodón convencional, orgánico o transgénico.

El tipo de cultivo tradicional del algodón es el que utiliza insecticidas o fertilizantes sintéticos, y es el llamado convencional.

Pero en 1996 se empezó a utilizar el cultivo transgénico, que es una alteración genética del propio algodón para evitar plagas y repeler insectos, de esta forma se obtienen siembras mucho más rápidas y productivas. Con lo que hoy en día es el principal método utilizado.

Y por último el cultivo orgánico, donde no utiliza fertilizantes sintéticos ni insecticidas.

Cómo es evidente mayor calidad tendrá el orgánico y por lo tanto un mayor coste. Esto no significa que el algodón transgénico sea malo, ya que tanto su producción como su uso en los procesos de fabricación tiene que estar controlado y certificado por determinados organismos. A modo de ejemplo en España se encuentra el Instituto de Investigación Textil (AITEX) que se encarga de emitir y revisar certificados de calidad en cualquier tipo de textil para garantizar que el producto está libre de cualquier sustancia nociva para la salud.

En conclusión, aunque las sabanas de cuna de algodon tengan la etiqueta de 100% algodón, podemos encontrarnos con notables diferencias de calidad y precio según el tipo de algodón utilizado.