En la semana 2 de embarazo, más exactamente entre los días 12-14 del ciclo tendrá lugar la ovulación. Un ovulo será liberado del ovario y llegará a la Trompa de Falopio, las Trompas de Falopio une los ovarios con el útero.

Entre las 12 y las 24 horas siguientes el óvulo será fecundado, pero para ello, el espermatozoide tendrá que nadar desde la vagina, pasando el útero, hasta llegar a la Trompa de Falopio. Es un viaje largo y duro, de los millones de espermatozoides eyaculados sólo un centenar sobreviven y sólo uno atravesará la membrana exterior del óvulo.

Durante las siguientes horas, el núcleo del espermatozoide se unirá con el del óvulo para combinar el material genético que trae cada uno. Esta simbiosis da lugar a la primera célula del bebé el huevo fecundado o cigoto, que contiene una información genética única. Si el espermatozoide lleva el cromosoma Y, tu bebé será un niño; y si lleva el X, será una niña.

El óvulo fecundado emprenderá un nuevo viaje: empujado por impulsos musculares y con la ayuda de los cilios vibrátiles, se desplazará desde la Trompa de Falopio hasta el útero, donde un día o dos después se implantará en su mullida pared, sin dejar de crecer y transformarse. La implantación tiene lugar aproximadamente 7 días después de la fecundación, estaremos por tanto en la semana 3 de embarazo.

Todavía es muy pronto para saber si estás embarazada, y tendrás que esperar unas semanas para notar los primeros síntomas del embarazo