La rutina de la vida moderna es cada vez más agitada: trabajo, casa, hijos y jornadas extenuantes. Un embarazo libre, tranquilo y sin estrés no es una algo habitual actualmente, pero debido a los daños que nos puede producir el estrés en el embarazo es mejor evitar estas situaciones, tratar de aliviar el estado de ánimo, reducir los problemas laborales y tomar respirar profundamente.

El estudio realizado por la American Thoracic Society, en Toronto, apunta que el estrés en la gestación está relacionado con el desarrollo de alergias respiratorias. La explicación de la respuesta fisiológica es, que el feto simplemente por estar expuesto a situaciones de estrés provocan la producción de inmunoglobulinas, que son anticuerpos responsables de las reacciones alérgicas.

Cuando la futura madre pasa por situaciones de nerviosismo constante durante el embarazo, automáticamente disminuyen las defensas naturales del cuerpo alcanzando principalmente al feto. Según una investigación realizada por la Universidad de Kontanz, Alemania, las situaciones de estrés experimentado durante el embarazo causan cambios biológicos en los receptores hormonales, por ejemplo, las madres que conviven con un compañero violento o suelen sufrir estrés doméstico.

Según los científicos de la Universidad Kontanz un embarazo problemático puede alterar la salud emocional del niño, provocando por ejemplo intolerancia al estrés y problemas graves de conducta hasta llegar incluso a conducir a la enfermedad mental.

 

¿El estrés en el embarazo puede causar un aborto?

No existen causas verificadas en el campo de la medicina sobre el aborto involuntario, sin embargo, si se sabe que entre el 50% y el 70% de las madres que pierden su bebé se encuentran en el primer trimestre del embarazo. 

En tales casos, las razones que llevan al aborto está relacionado con anomalías cromosómicas y otras condiciones que impidieron el desarrollo del bebé. Aunque el estrés no está directamente relacionada con estos abortos, no significa que las situaciones de nerviosismo, tales como un divorcio, la pérdida de un ser querido y otros episodios similares, no puedan afectar a la salud emocional de la madre y del niño.

En 2008 en Dinamarca se realizó un estudio con 19 mil gestantes. Las participantes tenían un alto nivel de estrés psicológico y presentaron un riesgo del 80% de muerte fetal. Otras evaluaciones científicas también asocian el estrés con la dificultad de la ganancia de peso del bebé y los nacimientos prematuros.

Causas asociadas al estrés en la gestación:

• Retraso en el desarrollo del bebé;
• Aumentan las posibilidades de depresión posparto;
• El niño puede presentar retraso en el uso del lenguaje, ansiedad y síntomas depresivos;
• Aumento del riesgo de parto prematuro;

 

¿De qué forma el estrés vivido por la embarazada afecta al bebé?

Cuando la madre es sometida a estrés, se liberan las hormonas que contraen el útero y dificultan el sistema vascular. Los principales síntomas indicativos de que la gestante vive constantemente estresada son:

• Falta de apetito, pues la digestión en estos casos es perjudicada;
• Reducción de la inmunidad y un mayor riesgo de infección;
• Cambios en la presión arterial.

Si lo necesitas, aquí tienes un artículo sobre como combatir el estrés aumentando la serotonina de nuestro cuerpo.

 

¿Es posible evitar el estrés durante la gestación?

La rutina diaria siempre continua, al final, como muchos dicen, «el embarazo no es una enfermedad». Sin embargo, esto no quiere decir que durante este periodo no se produzca una oleada de cambios psicológicos, hormonales y físicos en el cuerpo de la mujer, algo que te obliga a tener un nuevo ritmo de vida, al menos en lo que dura el embarazo.

Debe llevar una vida tranquila en contacto con la naturaleza y lugares sosegados, aun puede gestionar el trabajo y el hogar, pero renunciando a algunas situaciones y respetando los signos de fatiga y malestar que tenga, el más adecuado es no forzar. Al principio del embarazo, principalmente, es común que sientas mayor cansancio, dificultad para concentrarse y somnolencia. 

Es importante respetar estas señales del cuerpo, ya que son los mecanismos de defensa de la naturaleza que ayudan en el desarrollo sano del bebé y preparan su cuerpo y el de la madre.

El reposo ayuda a controlar el estrés

La indisposición, así como los picos de energía, son comportamientos bastante comunes en el embarazo. Hay mujeres embarazadas que son «eléctricas» y el culto inquieto, capaces de realizar muchas tareas del hogar, el trabajo y resolver las cosas pendientes.

El movimiento durante el embarazo es saludable, combatir el sedentarismo ayuda a controlar el peso, y mejora la calidad de la sangre que esta tomando nuestro bebé, sin embargo, el reposo se hace también necesario. Tener un sueño reparador es primordial en esta etapa, así que es recomendable el uso de una almohada de embarazada para mejorar el descanso en la cama cuando ya nos empiece a costar conseguirlo.

IMPORTANTE: La atención prenatal durante el embarazo ayuda a prevenir muchos problemas que pueden ocurrir durante este período. Las mujeres que tienen diabetes o hipertensión necesitan un seguimiento redoblado al tratarse del estrés durante el embarazo.

La actividad física ayuda a aliviar el estrés en el embarazo

La actividad física para las mujeres embarazadas es un excelente tratamiento para combatir el estrés. El ejercicio físico con orientación del médico obstetra y dirigido por un preparador físico contribuye al aumento del tono muscular de la gestante, disminuye el dolor lumbar, la fatiga y principalmente, alivia las tensiones y ayuda a relajarse.

Las embarazadas que ya recibieron un aviso para controlar el estrés deben consultar al médico sobre que tipo de ejercicios pueden practicar. Se debe evitar la actividad física intensa, para que no haya riesgo de dañar al bebé durante su desarrollo.

Actividades que pueden ser practicadas por embarazadas

• AquaGym (Gimnasia Acuática)
• Yoga
• Pilates
• Andar
• Musculación leve
• Natación

Antes de comenzar la práctica de alguno de estos ejercicios consulte con el médico para evaluar su condición física y que le indique el ejercicio más adecuado. Es importante que el instructor esté habituado a orientar a las embarazadas es para garantizar la seguridad y el bienestar de las actividades.