En la semana 17 de embarazo tu bebé mide casi 13 cm. pesa unos 100-110 gr. y tiene el tamaño aproximado de una cebolla. Si comparas con la semana anterior, verás que tu bebé va ganado peso cada día.
Además del lanugo que recubre la piel del bebe comienza a aparecer el vérnix caseoso, una sustancia grasa de color blanquecino que protegerá su piel y que se mantendrá hasta el final del embarazo. Bajo su piel, comienza a aparecer el tejido adiposo, que tiene una función muy importante una vez haya nacido, ya que le ayudará a mantener el calor corporal y le protegerá del frío.
Sus cartílagos comienzan a endurecerse y van convirtiéndose poco a poco en huesos, por este motivo, es muy importante que tomes suficiente calcio. Su cordón umbilical es cada vez más grueso y fuerte y la mielina comienza a envolver su médula espinal.
Tu bebé cambia de postura frecuentemente. Su posición habitual es semiflexionada con las manos a la altura de la barbilla y los pies cruzados por debajo de la salida del cordón umbilical, y aunque pasa muchos ratos dormido, en los que está despierto aprovecha para realizar movimientos dentro del útero que serán cada vez más claramente percibidos por la mamá
Alrededor del útero se encuentran los llamados ligamentos redondos que son los que mantienen el útero en su lugar dentro de la cavidad abdominal. A medida que tu útero aumenta de tamaño durante el embarazo, los ligamentos se estiran y se espesan para proporcionarle más apoyo. Estos cambios a veces pueden producir dolor o molestias en uno o ambos lados del abdomen.
Cuando aparezca el dolor, puedes tumbarte del lado izquierdo y descansar. Al acostarte sobre el lado izquierdo evitamos la presión del peso del cuerpo sobre esta vena cava, favoreciendo la irrigación de la sangre hacia la placenta y aportando mayor cantidad de oxígeno y nutrientes para el bebé.
En estas semanas, puedes aprovechar para pasear, caminar, ver tiendas con cositas para el bebé, y recordad que es importante llevar una vida sana y equilibrada.
