En la semana 4 de embarazo, el embrión mide entre 0,4 y 1 mm. Todavía no tiene forma, es un conjunto de células, mayoritariamente «células madre». Estas células se diferenciarán y formarán los distintos tejidos y órganos, entre ellos la piel y el sistema nervioso, los músculos…

Estas células se organizan en capas, las capas exteriores se convertirán en el sistema nervioso, piel y pelo. La capa media formará los huesos, músculos, sistema circulatorio, riñones y órganos sexuales. La sección interior se encargará del sistema digestivo y pulmones.

 En esta semana se desarrollará el saco amniótico o bolsa amniótica y el saco vitelino. El saco amniótico protegerá a tu bebé y contiene el líquido amniótico. El saco vitelino es una estructura adherida al embrión y lo provee de nutrientes y oxígeno durante las primeras semanas de embarazo, cuando la placenta todavía no está formada, a partir de la semana 9 la placenta empezará a sustituir la función del saco vitelino y lo sustituirá por completo aproximadamente en la semana 14.

Entre la semana 4 y 5 de embarazo empezarás a notar cambios en tu cuerpo y se produce el retraso de la menstruación, así que podríamos realizar un test de embarazo, que ya podría ser positivo.

Durante esta semana es relativamente habitual notar molestias «como si fuese a venir la menstruación», retención de líquido, dolores o pinchazos en el bajo vientre, tensión en el pecho, cambios de humor o más cansancio.